Hablar de innovación debe ser inherente a la ingeniería. El desarrollo de la ingeniería está estrechamente ligado a buscar solución novedosa de problemas que puedan llegar a ser innovaciones que permitan optimizar procesos, servicios y productos y, que en consecuencia, mejoren la competitividad y productividad de las empresas y las naciones. Bajo este contexto las facultades de ingeniería tienen un compromiso dentro de la formación de los futuros ingenieros, en la que cada vez más deben propender por fomentar el desarrollo de las capacidades de innovación y emprendimiento. Este proceso de formación que se desarrolla en las universidades debe estar articulado con el sector empresarial con el objeto de contribuir efectivamente en el ecosistema de la innovación de un país.

 

En su forma más básica, según Cutler (2008), la innovación es:

 

la transformación del conocimiento y de las ideas en un tipo específico de beneficio”

 

El Banco Mundial define la innovación, como resultado de la capacidad de generar y producir conocimiento, aspecto fundamental para el desarrollo de las naciones. En su último informe el Banco Mundial (2011, p.16) afirma:

 

“En la actualidad se entiende comúnmente que el desarrollo sostenible pasa cuando los procesos y resultados son de propiedad local y pueden ser replicados y ampliados por los actores locales, incluidos los actores no estatales, como la sociedad civil, sector privado, usuarios y proveedores de servicios, la academia y los ciudadanos. Por lo tanto, es necesario emplear instrumentos para promover el desarrollo que reúnen a diversos actores para promover el cambio de colaboración y liderazgo.”

 

Del mismo modo, la OECD en el manual de Oslo (2009) ha definido la innovación como:

 

 ”una puesta en operación de un producto (bien o servicio) o de un proceso nuevo o sensiblemente mejorado, de un nuevo método de comercialización o un nuevo método organizacional en las prácticas de la empresa, la organización del sitio de trabajo o las relaciones exteriores”.

 

La puesta en operación, según la misma fuente, debe interpretarse como:

 

 “un producto nuevo o mejorado es puesto en operación cuando es lanzado al mercado. Un proceso, un método de comercialización o un método de organización es puesto en servicio cuando él es efectivamente utilizado en el marco de operación de una empresa”.

 

La innovación en la educación es pieza fundamental para acelerar el desarrollo de los países, lo cual se logra a través de cambios concretos en las formas de enseñanza y aprendizaje basados en la generación de productos (por ejemplo creación/rediseño de currículum que se adecue a las necesidades locales y globales) y procesos (apoyo en técnicas novedosas tales como la educación virtual o estrategias más efectivas de enseñanza), y en cambios relevantes en las estructuras y comportamiento de las instituciones educativas (por ejemplo modalidades de admisión, la promoción de la oferta educativa, modernización de la infraestructura física de aulas, laboratorios, bibliotecas, espacios y tiempos que sean potencialmente llevadas al currículo). Una innovación educativa implica un cambio positivo que puede ser medido en procesos y resultados.

 

La Federación Internacional de Sociedades de Educación en Ingeniería -IFEES- (por sus siglas en inglés) y la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería -ACOFI-, en su labor permanente de promover en las facultades, escuelas y programas de ingeniería del mundo la calidad en las actividades de formación, investigación y relación con el entorno, abordarán este año los temas de innovación con impacto para la formación de ingenieros competitivos y emprendedores, y el desarrollo de formas de enseñanza que permitan educar ingenieros capaces de innovar y de generar cambios significativos en el entorno global, como propuesta de trabajo para el WEEF 2013.